Adiós Madrid

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En la primera parte el Madrid fue el galáctico kaka y Ronaldo desquitaban su sueldo, atacaban y atacaban y por si no lo he dicho atacaban, los merengues no daban respiro parecían una manada en estampida. Por primera vez lucían como un equipo, jugaban en conjunto el primer tiempo todo fue un agobio blanco, parecía que el Lyon saldría goleado.

Hasta Guti, que todavía no termina de reponerse de las lesiones, y que tocó poco el balón, parecía que e escondía, pero fue suficiente un pase a Ronaldo para que el portugués hiciera el uno cero, que era el primer gol que Lyon recibía desde el 30 de enero, gol que hacia soñar a los merengues.

Pero así como atacaban el Madrid se cansaban de fallar Higuaín falló una clarísima con el portero vencido y la portería a su merced.

Al segundo tiempo Lyon adelantó líneas, cerró el sector izquierdo y el partido se equilibró. Se volvió de ida y vuelta. El Madrid no creyó que le faltaran al respeto en el Bernabéu y menos lo creyó cuando el gol de Pjanic hacia reaparecer al demonio de los octavos de final.

Entonces los de blanco se rompieron cada uno jalo por su lado, el equipo se desmorono para convertirse en once individualidades que no lograron más que ver como caían por sexta ocasión consecutiva en octavos, en esta ocasión ante un Lyon que al que no han logrado superar en los últimos seis encuentros.


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